
Eleva su vista al cielo. En el sexto piso, una mujer desnuda se menea sacudiendo sábanas y flores. Sólo un instante sostiene su mirada. Ella se aleja. El baja la vista, con pudor y regocijo. Entiende que ese es el aviso divino que le indica que, esta vez, viajará sentado hasta Correo Central y así podrá recordar sin interrupciones cada detalle de ese instante fugaz, feliz, indestructible.
( El tesoro que no ves, la inocencia que no ves,
los milagros que van a estar de tu lado...I.S)